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Mujeres y Medianos en los Reinos de los Hombres

Aunque ciertamente no existen muchos personajes femeninos (en comparación con los masculinos) en la obra de Tolkien, los existentes gozan de gran relevancia en la historia de la Tierra Media.


Éowyn derrotando (junto con Merry, un Mediano) al Rey Brujo de Angmar, Galadriel la más poderosa y sabia entre los Noldor, La Reina Beruthiel tiene una leyenda negra que causó tanto impacto en Gondor que su historia se recuerda hasta los días de La Guerra del Anillo, Arwen fue quién instigó a los Montaraces del Norte para que buscaran a Aragorn y le ayudaran en la guerra contra Sauron siendo estos vitales en la victoria en los Campos del Pelenor…


En Partida y Regreso hemos intentado representar muchos de estos personajes tan relevantes, pero en el artículo de hoy vamos a ver personajes femeninos menos conocidos del Legendarim del Profesor.

 

Findulias:


Es una dúnadan nacida en el año 2950 de la Tercera Edad del Sol, hija del Príncipe Adrahil II de Dol-Amroth y hermana d, Ivriniel e Imrahil. En las crónicas de Tolkien, se destaca su figura como una mujer de gran belleza y un corazón gentil que conquistaba a quienes la conocían.


El destino de Findulias se entrelazó con el futuro Senescal Regente del reino de Gondor, Denethor II, al unirse en matrimonio en el año 2976. Tuvieron dos hijos, Boromir y Faramir, quienes desempeñarían papeles cruciales en los eventos por venir.


Los gondorianos decían de ella que decaía encerrada en Minas Tirith y solía mirar con nostalgia hacia el sur, donde se encontraba el mar y Dol Amroth, pues el oscuro espectro de Mordor que se erguía frente a la Ciudad Blanca, arrojaba una sombra que horrorizaba su alma. Es por ello que emprendía con frecuencia viajes a su tierra natal dónde permanecía largo tiempo.


Les pareció a los hombres que Finduilas languidecía en la ciudad guardada, como una flor de los valles del mar sobre una roca estéril.
— Tolkien, 1987, «Apéndice A».

 

Cuatro años después de que su esposo asumiera el cargo de senescal en el año 2988, la trágica noticia de la prematura muerte de Findulias llegó a oídos de Denethor. Con su pérdida, la sombra se posó sobre Denethor, volviéndolo más taciturno y melancólico y dejando una marca imborrable en la historia de Gondor.

 

Lothíriel:


Hija del Príncipe Imrahil de Dol-Amroth. Tras la Guerra del Anillo, Lothíriel se casó con Éomer, rey de Rohan con quién tuvo un hijo, Elfwine, quien se convertiría en el decimonoveno rey de Rohan en el 63 TE tras la muerte de su padre. Lothíriel murió diez años después de la muerte de su esposo.




















Mithrellas

En Gondor existe la leyenda de Mithrellas, una misteriosa Elfa Silvana que, según la tradición, formaba parte de la compañía que seguía a Nimrodel en su travesía hacia los Puertos para reunirse con su amado Amroth en el año 1981T.E. No obstante, las sombras de la incertidumbre envolvieron el destino de esta compañía en las inhóspitas Ered Nimrais. En ese desafortunado trayecto, Nimrodel desapareció sin dejar rastro.


Sin embargo, la historia de Mithrellas adquiere un matiz singular. Fue Imrazôr “el númeroneano” quien, en los Bosques de Belfazas, descubrió a la Elfa perdida y la acogió en su seno, convirtiéndola en su esposa. De esta unión se dice que nacieron dos hijos: Galador y Gilmith. Sin embargo, el manto del misterio volvió a extenderse sobre Mithrellas, pues se dice que, un día de pronto, desapareció sin dejar rastro alguno.


Así, la leyenda de Mithrellas, envuelta en enigmas narra el inicio de la estirpe de los Príncipes de Dol-Amroth y es otra de las historias donde el destino de los elfos inmortales se entreteje con el de los hombres.



Morwen de Lossarnach:


Entre los anales de Gondor se entreteje la historia de Morwen de Lossarnach, cuyo nombre en sindarin resuena como la "doncella oscura". Nacida en el reino de Gondor, Morwen provenía del feudo de Lossarnach. Su destino tomó un giro significativo cuando contrajo matrimonio con el heredero al trono de Rohan, Thengel, en el año 2943 de la Tercera Edad del Sol.


Durante su estancia en Gondor, la unión de Morwen y Thengel floreció con la llegada de tres hijos, siendo Théoden el único varón. La partida de Thengel a Rohan tras la muerte de su padre obligó a la familia a abandonar Gondor y establecerse en Edoras. Fue entonces cuando Morwen recibió el sobrenombre de "Resplandor del acero", un título que atestiguaba su fuerza y valentía.


Tolkien no menciona en ningún momento la muerte de Morwen, por lo que es incluso posible que continuará viva en la corte de Théoden durante la Guerra del Anillo y sobreviviera a su hijo, pues siendo en parte de la estirpe de los dúnedain no habría sido extraño que pasara de la centena.

 


















Elfhild:

En las vastas llanuras del Folde Oeste de Rohan, la figura de Elfhild se entreteje en los anales de la Tercera Edad del Sol. Como mujer rohir, su destino quedó irremediablemente ligado al que sería el futuro rey de Rohan, Théoden, cuando ambos se enamoraron y se casaron.


Elfhild murió al dar a luz a su único hijo, Théodred, en el año 2978 de la Tercera Edad del Sol. Este desafortunado azar del destino la separó de la posibilidad de ver a su esposo ascender al trono, pues Théoden tomaría el manto real dos años después de la dolorosa pérdida de su esposa.


La sombra de la tragedia envolvió la breve vida de Elfhild, marcando el fin de sus días antes de que pudiera presenciar el reinado de su esposo. Su legado quedó encarnado en su único hijo, Théodred, quien habría de cargar con la responsabilidad de la sucesión en el reino de Rohan. Así, el recuerdo de Elfhild perduró en la memoria de aquellos que contemplaron la ascensión de Théoden al trono, una historia que resuena en las llanuras de la Marca.

 

Doncella Skjaldmö


Este nombre viene de la mitología nórdica y significa (Doncella Guerrera). Es sabido que a Tolkien le gustaba esta mitología y se inspiró en parte de ella para crear algunas culturas o personajes de su legendarium. Es por ello que hemos tomado este nombre para crear una mejora “común” para la unidad de Doncellas Escuderas de Rohan.


 

Fíriel:

Nacida en el año 1896 de la Tercera Edad, era descendiente de realeza de Gondor, al ser la hija del rey Ondoher. Dotada con la herencia de los dúnedain, su nombre lleva consigo el significado de 'mujer mortal'. El destino de Fíriel se entrelaza con la tragedia, siendo la única superviviente de la familia real, que pereció en la feroz defensa de Gondor contra los haradrim, los aurigas y variags de Khand.

 


De acuerdo con las leyes de Gondor, Fíriel asumió el rol de regente tras la pérdida de su familia. Sin embargo, el destino le depararía nuevos giros cuando Arvedui, su esposo y rey de Arthedain, aprovechó la situación para reclamar el trono de Gondor. Argumentando ser descendiente directo de Isildur, mientras que Fíriel lo era de Anarion, Arvedui y Fíriel buscaron la unificación de los dos reinos. No obstante, el Consejo de Gondor, liderado por el senescal Pelendur, rechazó la pretensión, otorgando el Cetro a Eärnil el comandante de los ejércitos del sur de Gondor que sobrevivió en la batalla dónde murió Ondoher y sus hijos.

 

Ante este desaire, Fíriel y Arvedui permanecieron en el reino del norte, en Arthedain, hasta que este sucumbió a la amenaza de Angmar. Los hijos de Fíriel y Arvedui continuaron considerándose los herederos legítimos de Gondor, hasta que finalmente obtuvo la corona y el cetro del reino Aragorn.

 

Erendis:

Entre los relatos inconclusos de Númenor y la Tierra Media, emerge la figura de Erendis, cuyo nombre en quenya, "mujer solitaria", preludia la historia protagonizada por ella y Aldarion, narrada en "Aldarion y Erendis: la esposa del marino".


Erendis, descendiente de la casa de Bëor, destilaba una belleza casi élfica, con cabellos oscuros y ojos grises que eran el sello distintivo de su linaje. En el día de la proclamación de Aldarion como heredero del rey Tar-Meneldur de Númenor, Erendis se enamoró perdidamente de él. Inicialmente, formó parte del séquito de la reina Almarian, aguardando pacientemente a Aldarion durante sus prolongados viajes por mar, aunque él no percibió su afecto hasta que Erendis, desafiando las restricciones reales, llevó la oiolarië para despedir el barco de Aldarion antes de zarpar en uno de sus viajes.


A su regreso, Aldarion le obsequió con un diamante como muestra de gratitud, un presente que Erendis interpretó como su regalo de compromiso. Este gesto transformó su nombre en Tar-Elestirnë, que significa 'doncella de la frente estrellada'. Tras casarse y dar a luz a una hija llamada Ancalimë, considerada la más hermosa de las reinas de Númenor después de Tar-Míriel, la relación de Erendis con Aldarion se vio sumamente afectada por sus prolongados viajes.


Aldarion, atribuyó las dificultades de su matrimonio a la diferencia de linaje, argumentando que la vida de Erendis era más efímera al no descender de la línea de Elros. Como consecuencia, los reyes y reinas de Númenor fueron restringidos, a partir de entonces, a casarse exclusivamente con descendientes de Elros.


La tragedia final de Erendis se despliega en el año 985 de la Segunda Edad del Sol, cuando, sumida en la desesperación al enterarse de la noticia de un nuevo viaje de Aldarion, se arrojó al mar. Considerando el océano como el verdadero amor de su esposo y sintiendo la insondable nostalgia, Erendis puso fin a su existencia, cerrando así el capítulo de su historia en los anales de Númenor.

 

Ancalimë:

Cuyo nombre en quenya, "La más brillante", es una dúnadan, fruto de la unión entre Tar-Aldarion y Erendis. Las lecciones maternas de Erendis marcaron a Ancalimë, tornándola desconfiada del matrimonio. Cuando los pretendientes, atraídos por su estatus de Heredera y su deslumbrante belleza, comenzaron a cortejarla, Ancalimë, con la asistencia de la anciana Zamîn, optó por ocultarse en una granja. Adoptó el papel de pastora y, durante ese tiempo, la gente la conoció como Emerwen Aranel, la Princesa Pastora.

A pesar de la insistencia de pretendientes, Ancalimë permaneció soltera durante mucho tiempo, hasta que, por razones políticas, contrajo matrimonio con Hallacar, descendiente de Vardamir. Tras el nacimiento de su único hijo, Anárion, la relación de Ancalimë con su marido se deterioró mucho, pues ella era muy orgullosa y obstinada.


En 1075 S. E., su padre le cedió el cetro, pero la relación con su marido continuó desmoronándose. La obstinación y el orgullo de Ancalimë se manifestaron en su actitud hacia el rey Gil-Galad de Lindon, pues, en sintonía con la naturaleza altiva de su madre, Tar-Ancalimë abandonó los proyectos emprendidos por su padre Aldarion.


Así, en la compleja trama de la historia de Númenor, Tar-Ancalimë “la más brillante” dejó una marca de desafío y determinación que reverberó a lo largo de los días de su reinado de 205 años, que fue el más duradero que el de cualquier otro rey de Númenor desde Elros. Cedió el cetro a su hijo Tar-Anárion en el 1280 S. E, y murió cinco años después


 

Para terminar, queríamos hacer una mención especial a los dos hobbits que obtuvieron un papel importante dentro de los dos reinos de los hombres más importantes durante la Guerra del Anillo. Merry y Pippin ya podían ser jugados como “contrapartida” en Rohan y Minas Tirith, pero ahora también tendremos la opción de poder jugarlos como una mejora de Héroe dentro de dichos ejércitos.





















 

Con esto llegamos al final de este artículo. Recordad que podéis dejar vuestros comentarios en la caja de comentarios y/o uniros a nosotros en nuestro Grupo de WhatsApp o Canal de Discord. Nos vemos en futuros artículos.

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